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lunes, 10 de abril de 2017

¿Sabías que... el gluten puede hacer que tu cuerpo se ataque a sí mismo? Todo lo que debes saber sobre la enfermedad celíaca.


Comenzamos la semana con un nuevo post. Esta vez queremos hablaros de celiaquía, una enfermedad bastante común asociada con varias limitaciones en el estilo de vida de las personas afectadas. Seguro que todos conocéis a alguien o habéis asistido a algún evento en el que ha habido que preparar un menú aparte para algún celíaco. Explicaremos brevemente en qué consiste la enfermedad, por qué ocurre y por qué toda precaución es poca a la hora de comer. Para terminar, revisaremos por qué los alimentos sin gluten son tan caros y qué solución han adoptado otros países de la Unión Europea al respecto.

Esperamos despertar vuestra curiosidad y, sobre todo, aclarar todas las dudas que tengáis.

¡Allá vamos!


k-zap.org

¿Qué es la enfermedad celíaca?

La enfermedad celíaca o celiaquía es una patología autoinmune que se caracteriza por una reacción inflamatoria crónica y sistémica desencadenada por la ingesta de gluten en individuos con predisposición genética. Con enfermedad autoinmune nos referimos a aquella en la nuestro sistema inmune ataca nuestras propias células o estructuras por error, ya que las percibe como una amenaza. Esta enfermedad representa la intolerancia alimentaria, que no alergia, más común en la sociedad occidental, con una prevalencia de alrededor del 1% de la población mundial. En el momento en el que escribimos este post la población mundial es de 7490 millones de personas ¡Imaginad la cantidad de gente que supone el 1%!


Pero vayamos paso a paso: ¿Sabes qué es el gluten?

El gluten engloba un conjunto de proteínas vegetales muy abundantes presentes en la harina de los cereales de secano. Proporciona la consistencia elástica y esponjosa de panes y masas horneadas, razón por la que es ampliamente utilizado como aditivo alimentario. Esta familia de proteínas incluye a las gliadinas del trigo, hordeínas de la cebada, secalinas del centeno o aveninas de la avena, entre otras, que son las proteínas consideradas nocivas para las personas con predisposición a padecer la enfermedad.

El consumo de gluten desencadena una respuesta anormal del sistema inmune de las personas afectadas, dañando primeramente el intestino pero pudiendo atacar posteriormente cualquier órgano o tejido. De forma general, los síntomas engloban desde diarrea, sensación de hinchazón abdominal y vómitos hasta malabsorción de nutrientes, fatiga o malnutrición (raramente). Si la exposición al gluten es continuada, se puede llegar a producir atrofia de la mucosa intestinal a pesar de ser eliminado de la dieta (imagen). Pero no solo eso, sino que esta patología incrementa el riesgo de padecer otras enfermedades como cáncer (hasta el 60% en algunos casos) u otros trastornos autoinmunes. 


Modificado de mayoclinic.org y Escudero-Hernández 2016


¿Por qué ocurre todo esto?

Para explicar el proceso de patogénesis usaremos el gluten del trigo como ejemplo, ya que es el cereal más utilizado con diferencia y, por ello, responsable de la mayoría de síntomas entre las personas celíacas. Durante el proceso de digestión de gluten se produce gliadina, la proteína considerada “tóxica” para los celiacos ¿Que por qué es tóxica? La gliadina atraviesa el epitelio intestinal y es procesada por la enzima transglutaminasa, lo cual permite que las células del sistema inmune la reconozcan como algo dañino y se la “coman”. Las personas con predisposición genética a padecer enfermedad celíaca poseen en su genoma los alelos de susceptibilidad HLA-DQ2 y HLA-DQ8. Estas moléculas se unen a la gliadina dentro de las células para, finalmente, permitir la activación de los linfocitos, los verdaderos efectores de esta respuesta inmune. En términos inmunológicos, esto es lo que se conoce como presentación de antígeno a los linfocitos. Una vez activados, comienzan la reacción inflamatoria que irá incrementándose cada vez más, produciendo todo el daño intestinal antes mencionado. Todo ello sumado a la producción de diversos anticuerpos cuyo objetivo es resolver toda esta situación anormal. La reacción inmunológica se puede acabar expandiendo por todo el organismo debido al paso de estos anticuerpos al torrente sanguíneo. Si la exposición al gluten cesa, la reacción terminará por resolverse. Si no, el daño se irá volviendo crónico e incluso irreversible. Para los más inquietos, aquí os dejamos un esquema bastante completo de cómo ocurre el proceso (click para ampliar).


webconsultas.org

Por supuesto, en la mayoría de los casos no depende solo de la susceptibilidad genética de los individuos, sino también de factores externos y medioambientales. De hecho, cada vez se están encontrando más evidencias de la influencia del entorno en la aparición y desarrollo de la enfermedad celíaca.


¿Cómo podemos saber si somos celíacos?

Se calcula que aproximadamente el 80% de las personas afectadas permanece sin diagnosticar. Habitualmente los afectados acuden al médico por molestias digestivas recurrentes pero en ningún caso se piensa que la celiaquía pueda ser la causante. En nuestro país hay aproximadamente unas 470000 personas diagnosticadas con celiaquía. Siguiendo estas cifras, imaginad los casos reales (no diagnosticados).

El diagnóstico de preferencia consiste, primero, en un análisis de sangre para determinar si existe malabsorción intestinal. En caso de sospecha, se analizan los niveles de anticuerpos anti-transglutaminasa y anti-endomisio, siendo este último una capa de tejido conectivo rica en transglutaminasa presente en el músculo intestinal. Estos anticuerpos dan un valor predictivo para enfermedad celiaca del 97%. Otra estrategia consiste en analizar los marcadores genéticos HLA-DQ2 y HLA-DQ8. Si el resultado es positivo, el diagnóstico debe confirmarse con el análisis de una biopsia intestinal obtenida mediante endoscopia. Su estudio mostrará el característico aplanamiento de las vellosidades intestinales del que hemos hablado anteriormente.


¿Qué podemos hacer en caso de que nos diagnostiquen enfermedad celíaca?

El único tratamiento para la celiaquía es una estricta y permanente dieta sin gluten. Esta es la única manera de que poco a poco la mucosa intestinal vuelva a la normalidad. Su valor biológico es muy bajo, por lo que suprimirlo de la dieta no supondrá ninguna carencia nutricional. Aun así, cumplir con esta condición no es tan fácil como parece, ya que lo podemos encontrar como aditivo alimentario en productos que ni nos imaginaríamos. Pero ¡Que no cunda el pánico! La mayoría de los alimentos naturales o sin procesar que consumimos no contiene gluten, por lo que la dieta puede ser amplia y variada, ayudándonos en caso de que sea necesario de las versiones sin gluten de los alimentos. Echad un vistazo a esta infografía sobre los alimentos que no contienen ("Yum") y que sí que contienen ("Run") gluten (click para ampliar).


glutenfree.org

Es importante tener mucho cuidado con la contaminación cruzada, dado que, una vez implantada esta dieta, la ingesta accidental de la más mínima cantidad de gluten puede desencadenar una reacción exagerada de nuevo. Por ejemplo, es muy habitual preparar alimentos sin gluten empleando utensilios y superficies que han estado en contacto con alimentos que lo contienen.


Ahora lo que todos nos estamos preguntando: ¿Por qué son tan caros las versiones sin gluten de los productos?

Una de las prioridades para las personas celíacas, sobre todo niños pequeños, es que puedan llevar una vida normal, sin sentirse diferentes. En la actualidad existen muchas versiones sin gluten de productos tradicionales pero es cierto que su precio es bastante alto en comparación. Esto tiene, en parte, una explicación: entre los argumentos que exhiben las empresas encontramos la necesidad de habilitar instalaciones independientes para fabricar y procesar estos productos, de incrementar los controles de seguridad, una superior inversión en tecnología para que los productos sean nutricionalmente equilibrados, apetecibles y limpios de trazas y contaminaciones cruzadas, y, finalmente, un encarecimiento de las harinas que no provienen del trigo. 


rudisbakery.com

Pero, al igual que hay una explicación para el encarecimiento de los productos sin gluten, también debería haber una solución. Nadie tiene la culpa de ser celíaco, no se puede elegir. Entonces, ¿Por qué estas personas tienen que pagar más? Pues veréis, la realidad es que esto no ocurre en todos lados: algunos países de la Unión Europea como los Países Bajos, Reino Unido (hasta ahora), Italia, Suecia o Finlandia cuentan con subvenciones para la adquisición de productos sin gluten por las personas afectadas. Esto es un modelo que debería implantarse de forma general, cosa que en nuestro país no ocurre ¿De quién es la culpa entonces? Si nadie se responsabiliza, seguirá pagando el enfermo, que bastantes impedimentos tiene ya de por sí. 


¡Esperamos que os haya gustado!

Escribidnos con cualquier duda o comentario.



REFERENCIAS
  1. WHO.int/es/
  2. worldometers.info
  3. Celiac disease: from gluten to autoimmunity. Briani C, Samaroo D, Alaedini A. Autoimmun Rev 2008, 7:644-50.
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  10. Physiopathology and management of gluten-induced celiac disease. Kumar J, Kumar M, Pandey R, Chauan NS. J Food Sci 2017, 82(2):270-227.
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